"Cambia, todo cambia..."

Hace varios años, cuando era un adolescente, llegaron a la ciudad donde vivía varios caricaturistas de la prestigiosa revista Guambia. Dieron un taller, y estuvieron haciendo caricaturas en vivo. Fue ahí que Casalás y Ombú me hicieron las 2 primeras caricaturas.
Tuvieron que pasar algunos años para que otro colega volviera a hacerme una caricatura. Mi gran colección, construida con el correr de los años contaba de un número de caricaturas, que me bastaba los dedos de mis manos para contarlas... hasta que conocí Facebook.
Al año de intercambiar por primera vez con el mejicano Robin Crowley, llegué a la número 100.
He podido realizar cientos de intercambios con gente que ni siquiera comparte mi idioma (¡¡Gracias Google Traductor!!). Tengo caricaturas de colegas de todos los continentes...
Dicen que internet es una amenaza. Creo que es una gran oportunidad... hay que saberlo aprovechar.
raulcurbelo@yahoo.com

sábado, 18 de agosto de 2012

Ricardo Staniscia

Ricardo Staniscia
Caricaturista argentino.
Fecha de realizada la caricatura: 05/08/2012

    Ya es un criterio de publicación que tengo, el colgar una caricatura cuando tengo la caricatura que un artista ha hecho de mi, la caricatura que yo he hecho de él y una fotografía del colega (la cual utilicé como modelo para dibujar la caricatura).
    En este caso solo estoy publicando la caricatura que me han hecho de mi. Esto tiene una explicación.
    Durante los días 4, 5 y 6 de agosto del 2012, estuvimos paseando y conociendo la ciudad de Buenos Aires con mi esposa. Uno de los lugares pintorescos de aquella gran ciudad, es el barrio de La Boca. Específicamente en ese lugar se encuentra una calle empedrada llamada "Caminito", un museo al aire libre, donde conviven los conventillos de chapa pintados con colores vivos, las estatuas de personajes famosos como Gardel, Maradona, Anibal Troilo y Borges entre otros. En ese pintoresco lugar, luego de almorzar en la cantina del Club Social, Cultural y Deportivo Zárate, a pocos metros de ahí, justo en una de las esquinas que sirven como puerta hacia la calle "Caminito" había un caricaturista que estaba armando su silla y sus implementos de trabajo. Le pregunté precio para hacerme una caricatura, y me senté.
    Comenté que era caricaturista también. Comenté que tenía un blog donde publicaba las caricaturas que me hacían, conjuntamente a las que yo iba haciendo. Le pregunté si tenía correo electrónico para pasarle la dirección, y fue aquí donde está el punto mas importante de esta anécdota.
    Luego de cambiarle la cara y su voz ponerse mas gruesa, me comentó que tiene un problema personal con las computadoras. Hace muchos años trabajaba en una imprenta como dibujante. Él y otros compañeros formaban un equipo que diseñaban lo que era luego puesto a imprimir. Un día los llamó el dueño de la imprenta. "-Ustedes forman un equipo bárbaro, son responsables y la verdad que no tengo nada que decir... pero...". A esa imprenta llegó una computadora que sustituyó la mano hábil de estos diseñadores. Dijo que iba a darles las mejores recomendaciones, pero.... Desde ese momento la caricatura se transformó en su trabajo. Hace muchos años que sucedió esto. Hoy sigue dibujando en ese lugar tan visitado por los turistas.
    Si usted pasa por ese lugar y lo ve, por favor dele mis saludos. Dígale que una caricatura suya se encuentra en el cyber espacio, y su anécdota trascendiendo fronteras.

2 comentarios:

  1. Tuve el honor de Trabajar en esa imprenta con Ricardo, Menoyo Hnos se llama dicha imprenta es asi Mi compañero nunca quiso la tecnologia y se empezo a dedicar a estos menesteres del dibujo Hace 29 años que no lo volvi a ver pero queda en mi su esencia y hombria de BUEN TIPO, mis respetos y un saludo cordial de Omar Balladares

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  2. Tuve el honor de Trabajar en esa imprenta con Ricardo, Menoyo Hnos se llama dicha imprenta es asi Mi compañero nunca quiso la tecnologia y se empezo a dedicar a estos menesteres del dibujo Hace 29 años que no lo volvi a ver pero queda en mi su esencia y hombria de BUEN TIPO, mis respetos y un saludo cordial de Omar Balladares

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